una fuente castalia citadina; tú, yo, algún sábado.
inundación, palabras anfibias, alegría suave,
viento sobre párpados cerrados que gotean.
un llanto alegre, germinar en aire, anidar en un roce.
poquito a poco, sin mirar, ir abriendo maletas, establecer hogar.
hogar cálido, casa de pecho de canto de océano.
[un alegre desencanto tranquilo, amplio y con ventanas;
una laguna, un intermedio.
tregua, a la mitad de la batalla.]
pero después... de vuelta. a los altibajos. a la distancia, al crujido de las horas.
yo paseo en las puntas de los pies, cantan las banquetas.
tú, silencio.
sucedió un día (¿cuándo?): inundación castálida, irisada, ardiente, líquida y amiga;
luego, pánico.
luego, nada.
Supongo debería aplaudir un poema cuando me haga sentir algo parecido a lo que leerte a veces me provoca. felicidades, muy buen poema.
ResponderEliminarbonjour tristesse. :(
ResponderEliminarpero gracias, las palabras hermanan.
Te leo. ¿Un café esta semana? :)
ResponderEliminar